Para comprender la identidad profunda de nuestro país y la rica tradición que impulsamos en Almacén de Tradiciones, debemos viajar al corazón del Norte: Santiago del Estero.
Esta provincia lleva con orgullo el título de "Madre de Ciudades", una denominación que va más allá de un apodo. Es un reconocimiento histórico a su papel como el primer y más sólido cimiento de la colonización en lo que hoy es la Argentina.
La Primera Piedra de la Nación
Fundada en 1553, Santiago del Estero no es solo la ciudad más antigua existente de Argentina, sino que fue establecida como la cabeza estratégica del Tucumán colonial.
En un continente inmenso y desafiante, la fundación de una ciudad representaba un compromiso de permanencia y expansión. Santiago del Estero se convirtió en el punto de apoyo innegociable que permitió a los españoles consolidar su presencia en el Noroeste, abriendo la puerta a todo el territorio.
El Corazón de la Expansión
La verdadera razón de su título de "Madre" radica en su rol como centro logístico y punto de partida de las grandes expediciones que fundaron la mayoría de las ciudades claves del país.
Desde las orillas del Río Dulce, salieron los hombres y recursos que plantaron las semillas de la civilización colonial en vastas extensiones de nuestro actual territorio.
Fue el núcleo que "alumbró" a las futuras capitales provinciales:
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San Miguel de Tucumán (1565)
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Córdoba (1573)
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Salta (1582)
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La Rioja (1591)
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San Salvador de Jujuy (1593)
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Catamarca (1683)
Sin esta base firme y estratégica, el mapa de Argentina luciría completamente distinto. Santiago del Estero fue la cuna desde donde se forjó la estructura territorial que derivó en las Provincias Unidas.
Un Legado que Trasciende lo Territorial
El rol de la "Madre de Ciudades" no fue solo geográfico, sino también cultural y espiritual, elementos esenciales en la construcción de una identidad nacional, por un lado, fue aquí donde se estableció la Primera Diócesis en el territorio de lo que hoy es Argentina, marcando un hito en la vida religiosa de la incipiente nación y por el otro, se convirtio en un foco de saber en el ámbito educativo, albergó el primer instituto de estudios superiores, siendo un faro de conocimiento en el período colonial.
Comprar un producto de Santiago del Estero, como la miel del monte que te ofrecemos, es mucho más que adquirir un sabor; es llevar a tu mesa un pedazo de la tradición pura y el origen de nuestra tierra. Es conectar con el cimiento mismo de la identidad argentina.
